Ingredientes:
1 1/2 taza (150 g) de nueces o cacahuetes crudos
1 taza (145 g) de semillas de sésamo (mitad molidas, la otra mitad con cáscara)
4 cucharas de miel o sirope
3 cucharas de aceite de coco
1/2 taza (55 g) de coco en escamas
1 cucharadita de sal
Ponemos a tostar las nueces ligeramente en una sartén
a fuego lento durante unos minutos. A continuación molemos las nueces hasta alcanzar
una textura muy fina. Añadimos las semillas de sésamo a la sartén y las dejamos
tostar unos segundos (ya que el sésamo se quema muy rápido). Mientras tanto
molemos las bayas de goji y las incorporamos a la sartén. Añadimos la miel, el
aceite de coco, las escamas de coco y la sal y mezclamos bien hasta que la
mezcla esté bien pegajosa y caliente.
En un molde
(20×25 cm) colocamos papel sulfurizado (especial para horno) y ponemos la
mezcla de sésamo. La extendemos con los dedos y el dorso de una cuchara (la
mojamos antes con agua para que no se pegue a la mezcla). Metemos el molde en la nevera durante al menos
1 hora, luego la cortamos en trozos y los envolvemos en el mismo papel
sulfurizado.